domingo, 2 de septiembre de 2012

Agosto tremendo...

Hola a todos, ya sé que este es un blog sobre maternidad, pero necesitaba compartir lo que ha sido este mes de agosto para mi familia y para mí. No sé si es que yo soy demasiado sensiblona, o inmadura, o infantil, pero a mi estas cosas como que me afectan un poco de más y me empeño en darle la paliza con mis cosas a todo el mudo, y ahora que tengo blog tengo la posibilidad de darle la paliza a más gente.

Este mes de agosto se suponía que íbamos a pasar un par de semana de vacaciones, antes de las fiestas del pueblo, en algún lugar de la costa. Que aunque el verano pasado ya tenía a mi niño, era demasiado pequeño para darse cuenta de lo que es el mar. Y nos lanzamos, intrépidos como Indiana Jones, a la aventura de irnos a la playa con nuestro Chucky. Al principio pasar un día playero se nos antojaba difícil por el desorden horario del churumbel, cuando parecía que se iba ajustando al horario de las personas normales, se nos puso malito con fiebre, diarrea y vómitos. Al médico con el niño. Cuando al tercer día no mejoraba pensábamos que nos lo ingresaban. Menos mal que al final con los goteros y los cuidados de las enfermeras de urgencias, nos fuimos a casa con el niño, que estaba un poco mejor.

Al fin parecía que los últimos días de vacaciones iban a ser normales cuando me avisan de que mi abuela paterna está muy grave y se la llevan en ambulancia a operarla de urgencia de una embolia cerebral. Así que al día siguiente salimos para hospital, habían salvado su vida, pero se le quedarían secuelas. Estuvo unos días en la UCI y a día de hoy sigue en el hospital, ya en planta, y no sabemos cuándo volverá a casa.

Tres días después de ingresar a mi abuela paterna, ingresan a mi abuela materna también, pero en otro hospital a más de 200 km de distancia. Esta vez era sólo una infección, pero como tiene el Alzheimer tan avanzado, decidieron ingresarla porque en ese estado cualquier cosa es más peligrosa.

Y en ese margen de tiempo me llaman para que recoja las llaves y firme el contrato del piso al que me voy a mudar. Así que, en lugar de vacaciones, he pasado un mes de pesadilla, de susto en susto y de follón y en follón. Y aquí estoy, de mudanza, de hospitales y a la carrera todo el día.

Y que me perdonen Batallitas de mamá, que primero iba su premio (¡Gracias!),  pero necesitaba desahogarme en el mundo 2.0 también y La madre novata, que no me olvido de lo que debo, pero es que no he tenido tiempo ni para sentarme hasta hoy.

4 comentarios:

  1. Siéntate y respira. Mucho ánimo, a mi solo me queda una abuela y tiene alzheimer desde hace tanto.. :(

    Espero que tu abuela paterna se recupere lo antes posible, dale muchos besitos. Y a la materna también, aunque no se entere la pobre.

    Ni se te ocurra disculparte, anda que.. en la vida hay que tener claras las prioridades, y en este caso, lo mío, está muy abajo. cuando estés tranquila, con tus cosas solucionadas y con ganas.. entonces.. te espero ;)

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    1. Gracias. Gracias por todo. En cuanto pase todo lo más 'gordo', me pongo con lo tuyo.

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  2. ufff, menudo mes, sí, uno de esos para borrar como digo yo. un beso para tus abuelas, que se recuperen pronto, y otro para ti que te mereces unos días de desconexión y los que te tocaban no has podido disfrutarlos.
    seguro que este mes es ya mejor. ¡ánimo!
    me alegro de que el peque esté bien y en casa y que no haya sido nada. menudo susto...

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    1. Pues sí, menos mal que al final se ha quedado todo en sustos. Aunque al final mi abuela se va a quedar con unas secuelas considerables, pero bueno...

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