jueves, 26 de julio de 2012

Aprendizaje

Esto de crecer es aprender y cada aprendizaje es una medalla en el uniforme maternal. Que si el mío ya andaba con 9 meses, que si la mía comía sola con año y medio, que si mi mayor empezó a gatear con 5 meses, que si los míos han hablado con un añito... Total, que los hijos de los demás son superdotados y el tuyo, al parecer, va a ser el rezagado de la clase porque tiene un año y ni gatea, ni anda, ni como solo ni habla. Y tu te sientes mala madre, porque algo tienes que estar haciendo mal para que los hijos de los demás sean todos tan listos y el tuyo sea como una planta.

Luego tu hijo aprende a gatear y a la que te descuidas, lo pillas en el armario del comedor sacando cachibaches ocultos y altamente peligrosos/frágiles. Y bendices aquellos maravillosos días en ponías a tu bebé en el suelo y se que daba en el sitio jugando con el monito actividades o la oveja cantarina.

Más tarde tu pequeña versión de ser humano, aprende a desplazarse en posición vertical (andar) y llegan los chichones en la frente, los golpes a la pantalla de la tele, las carreras hacia todo aquello que le llama la atención (y que acaban en porrazo-llanto incosolable-chichón-sentimiento de culpabilidad) y escapadas a la puerta de la calle a horas intempestivas (o de la siesta) o carreras al arenal más cercano (aunque sea un descampado) con 'el traje de los domingos' para salir de ahí con tierra hasta en el pelo, que parece una croqueta. Y echas de menos (mucho, mucho) aquellos días en los que sólo mamaba y dormía y deseas que se emancipe lo antes posible. Y que otra lave esa ropa, que te planteas tirar al contenedor directamente (incluso con niño incluido).

Cuando tu niño aprende a hablar, lo primero que te gustaría que dijese es 'mamá' o 'papá', que aunque lo lleve balbuceando meses, todavía no lo relaciona con los progenitores, que eso es hablar por hablar y parece más hijo de un político, que tuyo. Pero cuando aprende a hablar y lo primero que le enseñan esos familiares 'graciosetes' y que resulta ser, finalmente, lo primero que repite cual lorito amaestrado, es 'tonta/o' 'quita' y 'trae', se te queda cara de gilipollas. Y mas cuando le espeta 'tonta' a la primera niña que pilla en el parque, de la mano de su mami, mientras ésta te mira con cara de "Menuda educación de está dando la golfa esta al pobre niño". Porque tu hijo tiene el olfato muy fino y ha elegido a la madre más rancia de toda la provincia y parte del extranjero.  Y desearías que se diese 'un punto en la boca' o que lo enseñase a hablar Punset, para no pasar más apuros con madres rancias.

Total, que empiezas acomplejada porque tu criatura parecía que estaba atrasadísima en su desarrollo, y terminas deseando que no hubiese desarrollado esas cualidades nunca. Pero solo en el fuero interno y en la más estricta de las intimidades, que de puertas para afuera sacas pecho (y el orgullo de madre) y presumes de todos los avances que hace tu pequeño, y se te hincha el plumaje cual ave en celo.

4 comentarios:

  1. ay, esos familiares graciosetes, es que no puedo con ellos...

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    1. Suelen ser primos adolescentes y tíos con sesos de insecto. Que les hace mucha gracia que diga a la gente 'tonta', 'loca' o mi favorita 'put*'. Vamos, todo educación y cortesía.

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  2. Esas madres orgullosas, o las doñasperfectas.. me las paso yo por el.. bueno, por aquel lugar. Cada niño a su ritmo coñe, que no hay competi, todos acaban hablando, comiendo y diciendo tacos.

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    1. Tu es que vives rodeada de personas civilizadas y cuerdas. Pero yo (pobre de mí) vivo rodeada de gente maliciosa y envidiosa. Hay en el barrio unos 5 bebés desde semanas, hasta año y pico, y todo es competición. Resulta que el mío nació el más pequeño de todos, cosas de ser prematuro, pero resulta que ahora es el más rollizo y el más alto (a mi no me mires que soy un retaco). Y pasan toooodas las madres del barrio preguntando por los avances del crío, para añadir que "el suyo más".

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